Equipos de Protección Individual Frente a Coronavirus COVID-19
De acuerdo a lo establecido en las diferentes leyes y normativas, el equipamiento a usar frente a este tipo de casos debe estar certificado en base al Reglamento (UE) 2016/425 relativo a los equipos de protección individual, también denominados EPI, lo cual queda evidenciado por el marcado CE de conformidad.
La recomendación general es la de utilizar EPI desechables, o si no es así, que al menos puedan desinfectarse después del uso, siguiendo las recomendaciones del fabricante.
Los EPI deben escogerse de tal manera que se garantice la máxima protección con la mínima molestia para el usuario. Y para ello, resulta fundamental escoger la talla, diseño o tamaño que se adapte adecuadamente al mismo.
Además, es fundamental una correcta colocación los EPI para evitar posibles vías de entrada del agente biológico. Del mismo modo es muy importante la adecuada retirada de los mismos, para evitar el contacto con zonas contaminadas y/o dispersión del agente infeccioso.
Veremos a continuación cuáles son los EPI que pueden proteger al personal potencialmente expuesto durante el manejo de los pacientes en investigación o confirmados de infección por el coronavirus. La evaluación del riesgo de exposición permitirá precisar la necesidad del tipo de protección más adecuada.
1. Material de protección respiratoria
Con el fin de evitar contagios, los casos confirmados y en investigación deben portar mascarillas quirúrgicas. También pueden llevar una mascarilla autofiltrante, pero es importante saber que en ningún caso ésta incluirá válvula de exhalación, ya que el aire exhalado pasaría directamente al ambiente sin ningún tipo de retención, favoreciendo la dispersión del virus. La colocación de la mascarilla quirúrgica a una persona con sintomatología respiratoria supone la primera medida de protección para el profesional sanitario.
La protección respiratoria generalmente recomendada para los profesionales sanitarios que vayan a estar en contacto a menos de 2 metros con casos en investigación o confirmados, es una mascarilla autofiltrante tipo FFP2 o media máscara provista con filtro contra partículas P2.
Las mascarillas autofiltrantes o los filtros empleados no han de reutilizarse y, por tanto, deberán desecharse tras su uso.
Cuando se realicen procedimientos asistenciales en los que se puedan generar bioaerosoles en concentraciones elevadas, se recomienda el uso por el personal sanitario de mascarilla autofiltrante contra partículas FFP3 o media máscara provista con filtro contra partículas P3.
Los equipos de protección respiratoria deberán quitarse en último lugar, tras la retirada de otros componentes como guantes, batas, etc.
2. Guantes de protección
Los guantes utilizados habitualmente durante las actividades de atención al paciente y en laboratorios son los desechables, ya que las tareas asociadas requieren destreza y no admiten otro tipo de guantes más gruesos. Sin embargo, destacar que, en otras actividades que no requieran tanta destreza, como por ejemplo en tareas de limpieza y desinfección de superficies que hayan estado en contacto con pacientes, puede optarse por guantes más gruesos y resistentes a la rotura.
3. Ropa de protección
Respecto a la ropa, es necesaria la protección del uniforme del profesional sanitario de la posible salpicadura de fluidos biológicos o secreciones procedentes del paciente confirmado o en investigación al que se examine o trate.
Este tipo de ropa, como equipo de protección individual que es, debe cumplir con la normativa de resistencia a la penetración de microorganismos. De esta forma, la ropa puede ofrecer distintos niveles de hermeticidad tanto en su material como en su diseño, cubriendo parcialmente el cuerpo como batas, delantales, manguitos, polainas, etc., o el cuerpo completo. En la designación, se incluye el Tipo y la letra B (de Biológico).
En caso de que sea necesario protección adicional en alguna zona, como cierta impermeabilidad, también puede recurrirse a delantales de protección química, denominados Tipos PB [3] y PB [4] (PB procede de “Partial Body”) que, aunque no sean específicamente de protección biológica, pueden ser adecuados para el uso de protección contra salpicaduras mencionado o para complementar una bata que no sea un EPI.
Se recomienda que la ropa de protección biológica sea desechable, ya que al eliminarse se evitan fuentes de posible contagio que pudieran aparecer en el caso de que la desinfección del equipo no se realizase correctamente.
4. Protección ocular y facial
Se debe usar protección ocular cuando haya riesgo de contaminación de los ojos a partir de salpicaduras o gotas (por ejemplo: sangre, fluidos del cuerpo, secreciones y excreciones).
Los protectores oculares certificados para la protección frente a líquidos pueden ser gafas integrales frente a gotas o pantallas faciales contra salpicaduras.
Es posible el uso de otro tipo de protector ocular, como son las gafas de montura universal con protección lateral, para evitar el contacto de la conjuntiva con superficies contaminadas (por ejemplo, contacto con manos o guantes). No obstante, si por el tipo de exposición se precisa garantizar una mayor protección y cierta hermeticidad de las cuencas orbitales, deberemos recurrir al uso de gafas integrales; y para la protección conjunta de ojos y cara, a pantallas faciales.
Se recomienda usar siempre protección ocular durante los procedimientos de generación de aerosoles. Y cuando sea necesario el uso conjunto de más de un equipo de protección individual, deberemos asegurarnos de la compatibilidad entre ellos, lo cual es particularmente importante en el caso de la protección respiratoria y ocular simultánea, para que la hermeticidad de los mismos y su capacidad de proteger no se vean mermadas.